La violencia en Guerrero se extiende a la región afromexicana

Las cabezas de tres hombres aparecieron en el crucero, a 200 metros de la casa. Eran el padre, que rondaba ya los 90 años, y sus dos hijos. Los asesinos habían dejado el resto de sus cuerpos en la casa, junto al de la madre, también octogenaria, asesinada como ellos. Como tantas veces en estos años de deriva violenta en México, las cabezas mandaban un mensaje. Como tantas veces, también, el significado del mensaje quedaba oculto, más allá de las paredes de la casa, los límites de la comunidad, las relaciones de las víctimas y quién sabe cuántas variantes más.

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Fuente: El País

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