El papa que sulfuró a Bannon, Milei, Salvini y Ayuso
A Francisco, cuyo papado arrancó en 2013 y terminó este lunes con su muerte, le ha tocado ver desde la cima de la Iglesia el ascenso de la extrema derecha nacionalista y xenófoba en todo Occidente. Ante ese fenómeno de época, ¿qué posición ha adoptado? Nítida, inequívocamente en contra. Y no solo de la discriminación al inmigrante, también de los excesos del neoliberalismo, lo que ha llevado a que desde el campo conservador se lo considere con frecuencia un papa simpatizante de la izquierda. Aunque detractor del aborto y contrario a la equiparación en derechos de heterosexuales y homosexuales —que no pueden conformar lo que la Iglesia considera “familia natural”—, el pontífice argentino también se resistió a las presiones para que utilizase la Santa Sede como un ariete en la “batalla cultural” contra el “lobby LGTBI” y la “ideología de género”. Todo esto le ha valido la abierta antipatía de destacados puntales de la familia política ultra, aunque también ha sulfurado a dirigentes de las derechas consideradas moderadas.
Fuente: El País