En busca del libro, la firma, la rosa y el dragón perfectos en un Sant Jordi sin rival
Un radiante día de primavera entre semana con la gente relajada tras las vacaciones de Semana Santa, medio millar de escritores lanzados a la calle con sus obras bajo el brazo, y un campo de juego espectacular —el eje central de la ciudad sembrado de casetas de libros y rosas y convertido en una súper isla peatonal al que no podían acceder ni siquiera bicicletas y patinetes— se han conjugado para convertir este Sant Jordi en Barcelona en una jornada redonda, de récord. Tras varios años de incertidumbre meteorológica y desasosiego político, la gran fiesta del libro y la rosa se ha desplegado en la capital catalana con toda la alegría, la belleza y la masiva participación que convierten la celebración en un verdadero y asombroso milagro.
Fuente: El País