EL MALENTENDIDO IMPIDE SOLUCIONAR LOS PROBLEMAS MÁS APREMIANTES DEL PAÍS Y PERPETÚA POLÍTICAS QUE SOLO BENEFICIAN A LAS ÉLITES.

 EL MALENTENDIDO IMPIDE SOLUCIONAR LOS PROBLEMAS MÁS APREMIANTES DEL PAÍS Y PERPETÚA POLÍTICAS QUE SOLO BENEFICIAN A LAS ÉLITES.
Viri Ríos

The New York Times6 de julio de 2020

CIUDAD DE MÉXICO — En México muchos creen ser clase media pero no es así. El 61 por ciento de la población se identifica como tal pero solo el 12 por ciento lo es. La mitad del país vive con un serio malentendido sobre su nivel de ingreso, confusión que comparten ricos y pobres por igual.

Es imperativo que el mexicano promedio deje de engañarse a sí mismo sobre su nivel de vida. La realidad es que el 84 por ciento de la población no tiene seguridad laboral o un sueldo que les permita satisfacer las necesidades de su familia, pero lo niega. Negar la realidad impide tener demandas políticas concretas y claras.

Como un doctor que debe evaluar primero qué enfermedad tiene su paciente, el mexicano promedio debe poder diagnosticar con veracidad sus carencias o privilegios a fin de saber qué se debe pedir a las autoridades. Es momento de empezar a hacerlo para fortalecer la clase media y reclamar las políticas necesarias para ampliarla.

Sin embargo, en México nadie parece ser muy honesto con su propio diagnóstico.

Los ricos piensan que son clase media. Los estudios de Alice Krozer han mostrado que aún entre el 1 por ciento más rico del país, dos terceras partes creen ser clase media. El mito de todos-somos-clase-media se repite en todo nivel de ingreso: mexicanos que ganan 120.000 pesos mensuales, por ejemplo, creen que tienen un sueldo “promedio” cuando en realidad ganan más que el 90 por ciento del país.

Lo mismo sucede entre los más pobres. Considerando que el 61 por ciento de los mexicanos cree ser clase media, incluyendo dos terceras partes de los más ricos, existen al menos 43 millones de mexicanos que viven en condición de pobreza moderada pero que creen que son clase media. No lo son, porque para ser clase media necesitarían ganar 64.000 pesos mensuales para una familia de cuatro integrantes, un nivel salarial que solo gana el 10 por ciento más rico de México.

No basta dejar de ser pobre para ser clasemediero. De hecho, hay casi 37 millones de personas que técnicamente no son pobres pero tienen carencias básicas como acceso a la salud, seguridad social o educación. Esto se debe a que la línea de pobreza del gobierno mexicano es demasiado baja. El CONEVAL calcula que con 3200 pesos mensuales una persona puede satisfacer todas sus necesidades, algo lejano de la realidad en muchas zonas del país.

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