La paternidad, tanto femenina como masculina, protege al cerebro del envejecimiento
España, como otros países desarrollados, presenta una pirámide de población regresiva, con bajas tasas de natalidad y mortalidad. Por razones principalmente económicas, las parejas jóvenes se resisten a tener hijos. Somos una sociedad envejecida y, si algo no lo remedia, lo vamos a ser todavía más. Las administraciones se esfuerzan en establecer incentivos materiales y económicos para promover el crecimiento natural de la población, pero ahora la neurociencia también puede contribuir a esa promoción con un poderoso argumento: los efectos positivos en la salud de los potenciales progenitores.
Fuente: El País