Reino Unido y Japón, dos islas a salvo del terremoto bursátil y en el epicentro de las apuestas de los analistas
La victoria de Donald Trump en las elecciones de noviembre fue recibida con entusiasmo por los inversores. Sus promesas de desregulación e impulso fiscal parecían la gasolina perfecta para prolongar el rally bursátil de Wall Street. Sin embargo, la euforia duró poco. Ya en la Casa Blanca, el presidente centró su discurso en el proteccionismo, provocando un giro de mercado. “Después de una prolongada subida en las valoraciones de la renta variable, era inevitable un punto de inflexión”, apunta Jumana Saleheen, economista jefe de Vanguard Europa.
Fuente: El País