Tres peleas, dos corridos bélicos y un coñac de 10.000 pesos en el palenque de Texcoco
Hedor a alcohol y cigarro, sangre regada por el suelo, gallos muertos, deshuesados, colgados de un garabato… Elementos de la mística del palenque, según Juan Rulfo, que permean a la modernidad, setenta años más tarde. No hubo gallos el pasado jueves en el palenque de Texcoco, pero, por lo demás, el ambiente era bastante parecido. El calor, sofocante, pese a la lluvia que había caído al atardecer; los meseros, malabaristas del arenero etílico, hacían lo que podían. Las peleas se sucedían, al menos tres, una forma de pasar el tiempo. Y allá abajo, en el ruedo, regates y gambetas a la prohibición de cantar corridos bélicos.
Fuente: El País